Los disparos levantaron sus cejas y enseguida miles de pensamientos penetraron su cien intacta pero aturdida.Aquel día todo el mundo iba a conocerlo y no de una manera agradable, aquel día sería inolvidable pero no por motivos alegres o festivos.Aquel día un padre era capaz de terminar con la vida de sus hijas, su mujer y su suegra como si se tratase de una pelicula sangrienta y dramàtica.
Armando Barreda, odontólogo de profesión , abrió con sus manos las puertas hacia un juicio que traspasó las leyes escritas para transformarse en un debate moral en el cual intervenimos directa o indirectamente todos e incluso interviene la institución mas primordial de todas:la familia.
Es dificil interpretar las emociones humanas, las bellas o las mas oscuras es complejo tambièn saber que lleva a un hombre a terminar con la vida de sus seres mas cercanos, los mas queridos.
Quizàs sus seres nunca fueron queridos por el o la interpretación de esto tiene muchas diferencias para lo que el inconsciente colectivo cree.
Si un conjunto de emociones extremas y perversas llevaron al odontólogo a tomar una desiciòn dràstica podria afirmar que las almas mas oscuras tiemblan de pavor ante esto y temen verlo de cerca aún cuando hoy ya sea un hombre entrado en años y con experiencia presidiaria.
La justicia tuvo un trabajo simplificado cuando el propio Barreda admitió haber terminado con la vida de su familia alegando todo tipo de acoso por parte de sus victimas y poniéndose a disposición de la justicia.
Fue inteligente en acusarse a reclusión perpetua como condenandose a si mismo a una no-vida entre rejas.
Pero el tiempo siempre quiere lo impensado y se escurre entre lo imposible dándole a traves de los años al mismísimo Barreda una lección casi inèdita en su vida en prisión: la posibilidad de continuar con su formación académica ya que se recibió de abogado y de rehacer un vinculo afectivo al formar pareja con una dama que fue su cable a tierra y lo visitó en sus años de recluso.
Los años y el tiempo le dieron inevitablemente una dulce condena ,un dulce pesar. El cual mirando los hechos no es mas que un tesoro que se parece a la libertad.Esa libertad perdida a traves de sus dedos y sus balas de plomo, esa libertad cuyo principio bàsico es brindarse a cualquier ciudadano de bien y de progreso. Entonces dicha libertad retornaba a sus pies como una botella al mar o el agua al desierto.Tener en las manos la fragancia de la libertad nuevamente debe ser una de las sensaciones mas poderosas y adorables del mundo aún cuando el pasado pesa y duele.
Miles de veces retornaràn a él esas imàgenes vividas y el por què de las cosas, miles de explicaciones, de palabras y momentos penetraràn en la cien de Barreda pero como una dulce condena, él podrà admitir su error y seguir adelante con o sin libertad, reconocer las cosas es importante, aprender de ello mucho mas y si los errores no podràn ser nunca enmendados habrà un espiritu y un Dios en cada uno de nosotros que sabrà poner en el correcto lugar las cosas.
