jueves, 8 de septiembre de 2011

Canalla ante todo


Roberto Fontanarrosa

Desertó la secundaria luego de repetir tercer año. Esto no fue algo frustrante que incidiera en sus pasiones: el fútbol, hincha fanático de Rosario Central, y la historieta, entre sus preferidas estaban Misterix, de Vito Nervio, y  Hora Cero, de Héctor Oesterheld. En sus primeros años copiaba historietas que lo divertían, las de aventura eran su debilidad.
A comienzos de los setenta intentó, sin suerte, radicarse en Buenos Aires con el objetivo de poder trabajar en la sección historietas de la editorial Columbia, pero la idea no prosperó y tuvo que regresar a su Rosario natal.
Poco tiempo después las cosas cambiaron. En 1972 mientras publicaba chistes en la revista cordobesa Hortencia, de casualidad, y sin proponérselo creó una parodia del personaje de Clint Eastwood  "Harry el sucio", cuyo resultado fue Boogie el aceitoso, uno de los dos personajes que lo acompañarían a lo largo de toda su carrera, "un tipo nefasto que le pegaba a las mujeres", solía así describirlo el mismo Fontanarrosa. Junto con esa creación se suscitaron otras pero la más relevante fue la creación de Inodoro Pereyra, un gaucho criollo que con un lenguaje coloquial y urbano transitaba por innumerables aventuras junto a su inseparable perro Mendieta. La respuesta del público ante este personaje fue inmediata y satisfactoria.
El éxito de Inodoro Pereyra comenzó a tomar cada vez más importancia, y es así que en 1973 un grupo de actores de la localidad de Saladillo le pidió autorización para representar en teatro al personaje. Esto fue una constante que se repitió a través de los años. Sus producciones mantuvieron una vigencia absoluta y se reflejaron también en cine, la película "Cuestión de principios" estrenada en 2009 posee guión del humorista, y televisión, en 2007 Canal 7 emitió 33 cortos basados en los cuentos del escritor rosarino.

El humor fue fundamental para su desarrollo artístico, lo consideraba como algo importante y necesario, sin embargo, no se limitó sólo a este estilo y escribió más de un centenar de cuentos que trataban diferentes temas, No te vayas campeón, El área 18, Best seller y El mundo ha vivido equivocado, son algunos de sus relatos más importantes.
           Los premios lo acompañaron durante toda su carrera. El Senado de la Nación lo galardonó en 2006 con el premio Domingo Faustino Sarmiento por su aporte a la cultura nacional, también fue distinguido en varias oportunidades con el premio Konex, fundación cultural que condecora a los artistas mas sobresalientes, y en 2006, en la edición de la Feria del Libro celebrada en  México también obtuvo distinciones. Ese mismo año, poco antes de su deceso en 2007 a causa de una enfermedad neurológica, la revista cultural Ñ le entregó el premio a la trayectoria. Hermenegildo Sábat, colega suyo, aquél día calificó al humorista como "un artista de la palabra".
Sin embargo, ningún logro era suficiente para el negro Fontanarrosa
si no se contaba con la aprobación y la admiración de la gente, esto era el galardón más importante y preciado para él. Ignotos o conocidos, cada artista que se acercó alguna vez al dibujante resalta su humildad y alegría. Como es el caso del historietista argentino Liniers quien conoció a Fontanarrosa en una firma de ejemplares y resaltó la dedicación y el compromiso que el humorista conservaba para con su público y sus pares. “Muchos nos hicimos dibujantes gracias a él”, recordó.
Hoy, el artista que alguna vez dijo: "los personajes de historietas son como los hijos, es entretenido engendrarlos pero hay que mantenerlos y criarlos por mucho tiempo”, ya no puede recibir premios  pero su nombre se transformó en una marca registrada para concursos y distinciones: cada año en su Rosario natal se entregan los premios del "Concurso Nacional Historietas Roberto Fontanarrosa", que condecora a jóvenes que, como él, sueñan con vivir de la vocación.


Malas palabras. El III Congreso Internacional de la Lengua Española , celebrado en Rosario en 2004, tuvo de invitado a Roberto Fontanarrosa quien se despachó con una "tesis" sobre el uso de las malas palabras.