domingo, 18 de diciembre de 2011

Red Solidaria


El arte de ayudar




Red Solidaria se creó en el año 1995 por iniciativa de un grupo de amigos del Colegio San Gabriel de la provincia de Buenos Aires. En aquel entonces se fijaron las bases de una organización que soñó con la realidad que hoy atraviesa y que la llevó a convertirse en paradigma de la ayuda voluntaria.


Desde un trasplante de órganos, pasando por diferentes campañas contra el hambre, el frío, la concientización sobre los accidentes viales y hasta la búsqueda de materiales para la construcción de un hospital, o una escuela, conforman la agenda diaria de Red Solidaria.
Sus más de 3000 mil voluntarios, repartidos a lo largo de todo el país, no descansan hasta encontrar las ansiadas soluciones ante cada problemática. Cada llamado que reciben encierra una historia y un problema, cada pedido es, en la mayoría de los casos, un grito desesperado. La urgencia y el escueto tiempo, con el que a veces se cuenta para resolver las complejas demandas, son factores que determinan que ser voluntario implica mucho más que tener ganas de ayudar.
María Inés Capparelli pidió ayuda a Red Solidaria y ahora forma parte de ella. Detrás de su historia se logra comprender esta metamorfosis: "En el año 2000 le diagnosticaron a mi sobrino Marco Antonio que necesitaría un trasplante de corazón, el ya había tenido varias intervenciones en el hospital Garrahan y a los 12 años, su corazón estaba muy deteriorado. Cuando le preguntamos a los médicos, que posibilidades de vida tenia, nos comentaron que en su caso, era de un 3 por ciento. Esa noche, nos juntamos todos los tíos, y le prometimos a Marco llegar hacer lo imposible para que él tuviera mayores garantías.Fue entonces que investigando dimos con un centro especializado de trasplantes de corazón y riñón de niños que queda en Pittsburgh, EEUU.Para ello debíamos reunir U$S 250.000 pero lamentablemente ni vendiendo todo lo que teníamos llegábamos a esa cifra, entonces acudimos a Red Solidaria y le comentamos a Juan Carr (uno de sus fundadores) el caso de Marco y dijo que nos acompañaría en la campaña”.
La campaña que involucró al sobrino de Capparelli duró casi un año,  y si bien no lograron  recaudar todo el dinero requerido,  el aporte de Red Solidaria fue fundamental para que el niño viajara. “La historia tuvo un final feliz, no necesitó trasplante, le hicieron una cirugía correctiva que en Argentina aun no se hace, denominada Ross Kono. En agradecimiento por tanta contención, acepté la invitación que Juan Carr me propuso de formar parte del voluntariado y colaborar con los pedidos de zona sur", profundizó Capparelli.


El fundador. Juan Carr es la cara visible y artífice de la prestigiosa organización
La simbiosis que propuso Carr en el caso de Marco, no deja de ser un fiel ejemplo de la ideología de Red Solidaria. Fomentar la ayuda, conectar soluciones, trasmitir valores y ser recíprocos a la hora de colaborarson algunos de los pilares de esta organización que en 2002 fue galardonada por la Organización de la Naciones Unidas (ONU) y elegida entre más de 650 organizaciones de 150 países por el aporte realizado para con la sociedad.
En un país cuyos niveles de pobreza e indigencia alcanzan a más de 3.300.000 millones de ciudadanos, según informaron fuentes del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC),  que la cantidad emergente de voluntarios sea constante es un dato más que alentador. Se estima que el próximo año Red Solidaria ampliará sus “redes” también a Jujuy, Santa Cruz y Formosa.
Sin embargo, ni el estado ni ninguna otra organización ayuda económicamente a Red Solidaria, pero lejos esto está de ser un problema. "En Red Solidaria no se reciben aportes del estado ni de ninguna empresa u organismo, pero ésta es la llama que mantiene viva a la Red,  la filosofía acá es que nada se guarda o recauda sólo somos ése nexo entre un recurso y una necesidad. La total transparencia y saber que nadie percibe un solo centavo por ser voluntario en Red Solidaria, es lo que hace que permanezca en el tiempo y que el éxito de cada acción, siempre esté garantizado, porque las campañas no son para beneficio propio, sino para un otro que está sufriendo, que está necesitando una respuesta de nosotros", puntualizó Capparelli, ahora voluntaria de la sede de Red Solidaria en zona sur.
La cultura de la ayuda es uno de los lemas claves de Red Solidaria. Pero para que la solidaridad resulte eficaz y comprometida es necesario ahondaren este punto todo lo posible. Es así que surge la Cátedra de la Cultura Solidaria. Desde 1999 diferentes docentes experimentados en la temática de ayudar les dan orientación a aquellos ciudadanos interesados en colaborar. Los cursos son gratuitos y se dictan en Capital Federal y en La Plata,  los mismos abarcan diferentes temáticas en materia de solidaridad: donación de órganos, pobreza o desnutrición son algunos de los temas en los cuales se trabaja.

El alma máter de las Cátedras es la profundización sobre las necesidades del otro y educar a los voluntarios con el fin de que se mantenga las ganas de ayudar. La respuesta es más que auspiciosa. En octubre de 2010 en las clases hubo más de 300 inscriptos quienes, cada lunes, demostraron sus ganas por aprender y concientizarse para ayudar al prójimo
Otro de los pilares que representan a Red Solidaria es el apoyo que se le brinda a otras organizaciones de iguales fines benéficos, como es el caso de la futura ONG, “Donemos Vida”.  Adrián Lombardi, colaborador de dicho organismo explicó cómo Red Solidaria brindó su aporte: “En enero 2010 le diagnosticaron a Florencia Staffieri, leucemia aguda. Los médicos informaron que se requería un trasplante de CPH, conocido popularmente como trasplante de médula ósea. En un primer momento, se analizó la sangre de los padres, hermanos y primos pero ninguno resultaba compatible; tampoco se encontraron donantes no emparentados compatibles. Entonces fue idea de Eloísa (cuñada de Florencia), comenzar una campaña de información acerca de la donación de medula, tema poco difundido.El vínculo con Red Solidaria se establece a partir del contacto de una voluntaria nuestra con los Sres. Juan Carr y Manuel Lozano.”
Gracias al aporte de Red Solidaria para la difusión de la campaña “Doná Médula Ósea”, cientos de ciudadanos se convirtieron en potenciales donantes: En lo que va del año se anotaron para posibles trasplantes 290 personas y desde la génesis de Donemos Vida, en septiembre de 2010, son 805 las personas se transformaron en futuros donantes. Sin dudas, un ejemplo más de que Red Solidaria construyó en el escenario del voluntariado una hegemonía tan positiva como necesaria para la sociedad.


Expansión.  En los últimos años Red Solidaria logró llevar el  mensaje de solidaridad a diferentes puntos del país. 












miércoles, 7 de diciembre de 2011

Vincent Van Gogh


La tonalidad eterna
        Vincent Van Gogh tuvo su primer contacto con el mundo del arte en plena adolescencia, en ese entonces  se desempeñaba como aprendiz en la compañía Boussod & Valadon, firma que se encargaba del comercio de cuadros, lo que le permitió afincarse por un tiempo en Londres y París y ahondar en lo que luego se convertiría en la pasión de su vida: la pintura; pero su inquieta forma de ver el mundo no eran compatibles con las tradiciones laborales y poco tiempo después  fue despedido.
   Durante ese periodo de inestabilidad y transición trabajó en una librería en la ciudad de Dordretch, Holanda, e intentó, sin éxito, incursionar en una carrera religiosa, emulando a su padre quien supo ser pastor protestante, incluso en Bélgica alcanzó a ejercer labores evangelizadoras para los mineros de precarias condiciones pero al no lograr obtener el rédito económico deseado tuvo que abandonar esa actividad. Estos constantes reveses llevaron al artista holandés a retornar a su hogar paterno.  
       Los continuos cambios y tropiezos que Van Gogh experimentó, no hicieron más que crear una firme convicción dentro suyo: dedicarse a la pintura.
Sus mentores fueron pocos pero influyentes, Jean François Millet, un artista afincado en las zonas rurales cuya afinidad por la vida campestre se representaba en sus trabajos, y Anton Mauve, pintor casado con una prima suya que ejerció el rol de profesor de arte, el único que tuvo Van Gogh a lo largo de su carrera.
Autorretrato. Óleo creado en 1889,  permite acercarse a lo imposible: la mirada del artista
Los dibujos que iba creando fueron sustentados por el dinero de sus más íntimos. El por entonces joven Van Gogh, soñaba con lograr captar lo que su mirada del mundo y todo lo que lo componen en éste contenían. Sin embargo, no se consideraba tan bueno pero si entusiasta y esperanzado en un progreso. "Yo quiero llegar a un punto en que se diga de mi obra: este hombre siente profundamente y este hombre siente delicadamente. A pesar de mi reconocida torpeza". Solía expresar.
La búsqueda de ese color, la tonalidad pérdida o el anhelo por captar la expresión de la gente y los paisajes más diversos, integraban su universo existencial. "Hay en los colores muchas cosas ocultas de armonía y de contraste que colaboran solas y de las cuales no se puede sacar partido sin esto". Afirmaba, al intentar explicar la agudeza de su arte.
Van Gogh era analítico consigo mismo pero también con sus pares. " ¿Por qué los pintores no se tienden la mano para trabajar juntos, como soldados en la misma fila? ¿Por qué las ramas del arte que son las menos costosas, están destinadas a tal menosprecio?". Cuestionaba.
Su hermano Théo, cuatro años menor que él, fue su sostén moral y financiero, a menudo lo ayudaba con dinero y juntos reflexionaban sobre el arte y sus movimientos, el divisionismo, el barroquismo y el impresionismo, conformaban sus tópicos recurrentes.
Los hermanos nacidos en Zundert, Holanda, llegaron a convivir juntos en Paris, pero el carácter irreverente de Van Gogh y su tendencia poco social provocaron una traumática convivencia.
Sin embargo, nunca dejaron ese apego fraternal; es así que en 1872 se da entre ellos a un inicio de una serie de cartas que afirman esta unión, algo que duraría hasta la tempestiva muerte del pintor ocurrida 1890, producto de un disparo provocado por él mismo en su pecho. Su hermano Théo, incondicional hasta en la adversidad, lo acompañó en sus últimos momentos; seis meses después, imitaría también el final de su hermano.